Un caso de discriminación contra una persona en condición de discapacidad fue denunciado en las últimas horas en las redes sociales. La victima de esta reprochable conducta es Geraldine Martínez Mantilla, quien denunció a través de Facebook, que en el almacén Tierra Santa del Paseo Bolívar le impidieron el acceso, por la única y sencilla razón de estar en silla de ruedas.
Según la mujer, uno de los empleados del popular almacén se le acercó y le dijo a su acompañante que estaba prohibida la entrada a personas en silla de ruedas. “salió una empleada del lugar a decirle a mi acompañante algo que no lograba escuchar, yo le dije, nena que pasa, yo soy una persona y te puedo escuchar, la empleada simplemente me ignoro y le decía nuevamente algo a mi acompañante, me miraba como si no tuviera la capacidad intelectual para entenderle… le repetí con tono fuerte ¿nena que pasa? Soy una persona y te puedo escuchar, fue allí cuando me prestó atención y me dijo que estaba prohibido que entrarán personas en silla de ruedas al lugar, sin entender la situación le pregunté ¿ por qué ?, No me supo responder y sólo me dijo que eran órdenes de la administración” comentó en redes sociales Geraldine mostrando su indignación por la discriminación en su contra.
En el vídeo publicado por la víctima se observa que un hombre de aspecto extranjero, quien al parecer es el administrador de la tienda, se acerca a Geraldine tratado de justificar el cruel rechazo, explicando que los espacios dentro de la tienda impiden la movilidad de una persona discapacitada.
Sin embargo, sus escusas son desmentidas de inmediato por la misma afectada que se moviliza sin problemas por la tienda. Este caso ha despertado polémica en las redes sociales, donde más de un usuario se pregunta ¿qué habría sido de los dueños de la conocida tienda Tierra Santa, si cuando llegaron a Colombia procedentes del medio oriente le hubiéramos cerrado las puertas como ellos lo hicieron con esta dama? La verdad es que la gente de esta “tierra” no vemos muy “santa” esa conducta, sobre todo viniendo de extranjeros que han prosperado y engordado sus bolsillos gracias a la aceptación de los Colombianos.