Los hermanos Antonio Ramón, Enrique Eduardo y Carmenza Lucía Ávila Chassaigne no se allanaron a los cargos de contrato sin el cumplimiento de los requisitos legales y peculado por apropiación agravado que les imputò El fiscal 4 contra delitos de la administración pública de La Guajira, en una audiencia realizada en el centro de servicios judiciales de barranquilla este miércoles en la noche.
Durante la audiencia la Fiscalía reveló que el desfalco se habría registrado en el contrato 770, por valor de $90.000 millones, suscrito en 2009 entre la Gobernación de La Guajira y la firma Unión Temporal del Norte, conformada por Ávila SAS y HH Arquitectura.
Horas antes una juez de control de garantías había legalizado la captura de los hermanos Enrique Eduardo y Carmenza Lucía Ávila Chassaigne, quienes fueron aprendidos en el aeropuerto Ernesto Cortissoz de Barranquilla, cuando regresaban a Colombia procedentes de Estados Unidos, el otro miembro del clan Ávila, Antonio se había entregado a las autoridades. Mauren Puente, abogada de uno de los imputados califico como un show mediático el proceso contra los hermanos Ávila Chassaigne “ fue un montaje de las autoridades porque los hermanos Ávila ya habían acordado su entrega y fueron presentados en medio de un espectáculo” dijo la jurista al final de la audiencia.